"Quien tiene algo por qué vivir, es capaz de soportar casi cualquier como" Nietzche
Es muy común, que las personas que llevan cuidando durante un tiempo prolongado a un ser querido, pierdan en el camino, el sentido que conlleva el cuidado.
El ser querido a quien cuidamos puede no mejorar, como cuidadores nos sentimos un poco o un mucho abandonando, poco a poco, las actividades que le generaban alegrías, el cansancio se apodera de uno y la rutina devora.
Por momento nos podemos sentir perdidos, sometidos a las necesidades de todos los demás menos las propias y lo que se genera es un gran cansancio y desgaste, además de correr el riesgo de ir generando resentimientos.
Es el momento de hacer un alto en el camino, de detenernos a observarnos y reencontrarnos.
¿Hace cuánto tiempo que no te miras, detenidamente, en el espejo?
¿Qué no volteas al cielo?
¿Qué no sientes el viento o la lluvia?
¿Qué no caminas "despacito" sabiendo lo que quieres hacer?
Es verdad que el amor hacia nuestro ser querido es lo que nos mueve hacia su cuidado, pero también el sentido del deber o las circunstancias mismas.
Volver a tomar el control sobre nuestra vida y nuestras decisiones; no importa que te hayas perdido en el camino, hay que empezar a lo antes posible.
Hay elementos que te pueden ayudar:
1. Haz ejercicio, el que a ti te guste. Comienza con un mínimo de tiempo, quizás con ejercicios de estiramientos para que puedas volver a sentir tu cuerpo, cada parte de él.
(Te recomendamos que entres en la sección de Videos, ahí encontrarás ejercicios que seguramente te van a interesar)
2. Recuerda qué es lo que te gustaba hacer antes de comenzar a cuidar a tu ser querido. Si te es posible, retoma una sola cosa de aquellas que te agradaban. No pretendas hacer todas de una vez, porque seguramente no lo lograrás. Una cosa, pero hazla.
(Te recomendamos que tomes el curso gratuito de Manejo del Tiempo y que son una serie de artículos que te van a ayudar mucho)
3. Si no puedes salir, invita a un amigo a tu casa, habla con ellos y retoma el contacto. Es muy importante que tu red social de apoyo vuelva a estar junto a ti.
4. !Decide!, si tú no lo haces, otros lo harán por ti. Di qué es lo que te gusta, lo que necesitas y aprende a negociar para que no seas siempre tú la que debe renunciar.
Cuidar, atender, servir es importante, pero si no comienzas por ti misma, difícilmente podrás ayudar a otros dela forma adecuada.
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