Todos nos enojamos, por diferentes motivos, pero ¿quién no se ha arrepentido cuando en un momento de enojo, hemos dicho algo hiriente?
El enojo es una emoción humana, normal, que cuando se convierte en ira, es decir que se pierde la regulación, puede resultar insana.
La ira, como las demás emociones, si permitimos que nos desborden, pueden convertirse en destructivas y generarnos problemas importantes, tanto de salud, como en la interacción que tengamos con otras personas. La regulación emocional es indispensable para el buen funcionamiento interno y con nuestro entorno.
Una vez que las emociones se "salen" de control, es muy difícil volver a recuperar el equilibrio en un breve periodo de tiempo. Es justamente en ese lapso, en donde corremos peligro de herir a nuestros seres queridos, de hacer o decir cosas ofensivas, de las cuales nos arrepentiremos mas adelante.
Por lo anterior, es importante actuar antes de que las emociones se salgan de control y para ello podemos utilizar diferentes técnicas.
Lo primero es darnos cuenta de que en la situación en la que nos encontramos, provoca una reacción orgánica que nos alerta sobre la emoción que se está gestando.
Es verdad que el cuerpo es el "intérprete" de las emociones, por ello, debemos prestarle atención. SIEMPRE nos lo indica antes de que las emociones se salgan de control.
Una vez que hayamos escuchado lo que nuestro cuerpo nos dice, podemos expresar la emoción con palabras o a través del lenguaje no verbal sano.
Las emociones también pueden tomar una dirección diferente, como puede ser sacar la energía a través de nuestro cuerpo, por el ejercicio.
Racionalizar qué es lo que nos ocurre para poder darle una explicación y comprender dicha emoción.
Las emociones siempre "salen", pueden hacerlo de forma consciente o somatizarse a través de diferentes formas como el dolor en el cuello, tensión muscular, dolores de estómago, de cabeza, entre otros muchos.
Por lo anterior es importante que podamos canalizar nuestras emociones de forma adecuada y sana, no solo para nosotros, sino para nuestro entorno.
El método más común de calmar la ira es el control de la respiración, haciéndolo profundamente y acompasando nuestra respiración con nuestro cuerpo.
El Pranayama es un método de respiración que ayuda de manera importante al manejo de las emociones.
Te dejamos un video para que practiques.
Artículo de Lucía Yolanda Burgos Uriarte, para Soyvoluntario.org, Servicio Social
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