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Qué debo de hacer como cuidador ante un sismo

El día de ayer experimentamos un sismo que, combinado con la contingencia por COVID 19, nos planteó preguntas sobre cómo debió haber sido nuestra actuación.


Ante lo vivido el día de ayer, es momento de plantearnos la forma en la que podríamos actuar en futuras ocasiones. Para lograrlo debemos saber que hay 3 momentos que pueden diferenciarse en caso de un desastre y sobre los cuales podemos tomar medidas:


  1. Antes del desastre:

Este es el momento en el que debemos de hacer la planificación de nuestra futura actuación en una situación de peligro. Pero no lo debemos hacer de forma unilateral, siempre debemos de ponernos de acuerdo con nuestro familiar, para que exista una corresponsabilidad en la actuación que tendremos.

Debemos de generar un protocolo factible y viable, en el cual los dos estemos de acuerdo.

Si nosotros vivimos en un edificio y estamos arriba de la planta 4, no hay forma de bajar a tiempo, por lo que debemos planear los lugares estratégicos por su seguridad en donde podremos colocarnos. Si nuestro paciente todavía es autónomo en sus movimientos, acordar que podemos encontrarnos en ese punto. De no serlo, debe de tener algún tipo de herramienta como timbre, silbato o campana que pueda utilizar para que usted lo localice y lo lleve a ese punto.

El resto de la familia debe de conocer el punto de reunión que utilizaremos para estos casos.

También debemos tomar la mochila de emergencia que nos ha recomendado protección civil y llevarla al punto de reunión. Aqui te presentamos la imagen.



Si hay sistemas de alerta como la alarma sísmica o las alertas ante huracanes, aprovecha ese tiempo para poder bajar las escaleras y salir del edificio, por ejemplo, ponerte a buen resguardo, apagar el gas, entre otros.

Es indispensable que tú, como cuidador, mantengas la calma y se la transmitas a tu ser querido y actúes con cordura.

Hacer simulacros puede ser una actividad de gran importancia y de involucramiento del paciente, que le permitirá tener la sensación de control, ante una situación de gran vulnerabilidad.

Permítele su participación, sus sugerencias, toma en cuenta su opinión.

Escriban el plan.

Puedes hacer de estos simulacros una oportunidad de convivencia, de replanteamiento del vínculo, en donde también tu paciente puede convertirse en tu apoyo y en tu cuidador.

Pueden formar un equipo de evacuación entre los vecinos, en donde se pueda localizar las viviendas que tienen personas dependientes que necesitarán de ayuda para una posible evacuación, por lo que las personas con mayor fortaleza física podrán formar parte de este equipo y hacer un protocolo del orden de viviendas a las que tendrán que ir a evacuar.

Pero, independientemente de si se forma o no este tipo de equipos, tu, como cuidador y tu paciente, deben de tener un plan de actuación que los mantenga a salvo.

Que tu paciente tenga la certeza, desde el momento de la planeación, que nunca lo vas a dejar solo.


2. Durante el Desastre:


En este momento debes de hacer una evaluación rápida de las necesidades, tanto del paciente como tuyas, del entorno; esto es para que puedas ajustar las respuestas que habían planeado, a la realidad de la situación.

No debes dejar NUNCA solo a tu paciente, nunca. Entre los dos deben de responder a la crisis en la medida de sus capacidades.

Si el paciente no puede movilizarse fácilmente, es mejor que se queden en el lugar establecido en la preparación. Si se puede movilizar, se podrá evacuar.

Debes de tomar en cuenta que si tu paciente se mueve lentamente y lo debes bajar por la escalera, corren el riesgo que personas que se muevan más rápido puedan atropellarlos, por lo tanto, en la fase anterior al desastre, es decir de preparación, puedes hablar con algún vecino que se comprometa en la ayuda de la movilización. Si no pueden hacerlo así, es mejor apegarse al plan de quedarse en un punto de seguridad.

Si tu paciente está encamado, pasarlo a su silla de ruedas y movilizarlo al sitio acordado.

Pero, si tú no te mantienes sereno, no serás capaz de hacer todo esto de una manera eficiente y podrás lastimar a tu paciente.


3. Después del desastre


Este es un momento de crisis y quienes sepan aplicar Primeros Auxilios Psicológicos, es el momento de hacerlo. Si no lo sabes hacer, con que puedas contener a tu paciente si está en crisis hasta que recobre su funcionamiento habitual, es más que suficiente.

Permítele hablar, cuantas veces quiera sobre lo acontecido, esto permite el reacomodo cognitivo de la experiencia y es más fácil que pueda superarla. Si necesita llorar, no lo bloquees, la expresión de las emociones es benéfica a nivel psíquico para volver a la normalidad.

En cuanto puedan recobrar la calma, llamar a tu red de apoyo, ya sea familia, vecinos, amigos, que les ayudan a poder canalizar todas las emociones generadas por la situación de vulnerabilidad.

Date permiso de poder platicarle a tu paciente sobre tus miedos, emociones y experiencia; recuerda que él o ella, también pueden ayudarte a ti. El cuidado es una responsabilidad compartida y así debe de manejarse.


El siguiente video nos explica cómo actuar ante un sismo en un sitio de trabajo, pero podemos adecuar muchos de estos puntos a nuestros hogares, como las medidas de prevención, poder marcar zonas de reunión y rutas de evacuación, mantenernos en zonas de seguridad establecidas, podemos llamar a protección civil para que nos puedan explicar en dónde es el mejor sitio para resguardarnos, entre otras cosas.


Autora del texto: Yolanda Burgos Uriarte


Referencias Bibliográficas

Freire G. Lidia. Junio 2013. Papel del personal de enfermería en situaciones de desastre. Universidad de Oviedo.


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