top of page
Cuidándote

Voluntad Anticipada en tiempos de COVID 19

Si tengo mi voluntad anticipada hecha, ¿la van a usar en el momento de que me ingresen al hospital para no ponerme un respirador? Este tipo de preguntas y otras más han surgido en ésta crisis.


El término Voluntad Anticipada se refiere al conjunto de preferencias que tiene una persona respecto del cuidado futuro de su salud, su cuerpo y su vida.

Se decide cuando se está en pleno uso de nuestras facultades mentales y previendo que en algún momento en el futuro, nos encontremos incapacitados para poder decir qué es lo que queremos o no podamos tomar este tipo de decisiones.

El espíritu de la voluntad anticipada es en el contexto de una enfermedad terminal, en un estado de coma o cuando se está sufriendo de forma que ya es irreversible, hay que aclarar que NO ES EUTANASIA, ya que lo que se busca no es la muerte, sino que no haya encarnizamiento terapéutico, es decir dejar que la naturaleza actúe. Esto es indispensable que se comprenda en su total sentido y para ello me sirvo de un ejemplo:

Si una persona tiene un accidente de tráfico en dónde ha sufrido muerte cerebral, diagnosticada por un médico, la decisión de conectarlo o no a un respirador que lo mantenga con vida, es una decisión que se aclara en la Voluntad Anticipada. La persona puede declarar que si esto llegara a suceder, no le den vida artificial y dejar que la propia naturaleza actúe, sabiendo que lo mas probable será su muerte. Como vemos, esto no tiene la intención de matar, sino de no prolongar la vida más allá de lo naturalmente viable.

Por lo anterior es que muchas personas, que aunque no estemos en estas situaciones, hemos decidido escribir nuestra voluntad y legalizarla ante notario.

¿Cuál es la razón para que una persona haga este tipo de documento?

Es una realidad que no podemos controlar todos los aspectos de nuestra vida y mucho menos en el futuro.

Ninguno de nosotros tenemos garantizado que llegaremos a mayores de manera saludable o que no padeceremos enfermedades que nos incapaciten; también corremos el riesgo de sufrir accidentes que nos coloque en una situación de tal vulnerabilidad en la que se tengan que tomar decisiones.

Una de las razones para realizar la Voluntad Anticipada es dejar la menor cantidad de problemas posibles a nuestros seres queridos.

Por ejemplo, a mí no me gustaría que mis hijos tuvieran que decidir si me colocan un respirador artificial o no. ¿Se imaginan el dolor tan profundo que significaría tomar esa decisión o el gran problema que les acarrearía como familia?

Tomar este tipo de decisiones es verdaderamente difícil, sobre todo cuando la familia está en crisis, por lo que este tipo de herramientas ayuda mucho a que las disposiciones se tomen de acuerdo con tus deseos.

Deberíamos de platicar con nuestra familia sobre la forma en la que nos gustaría que actuaran en momentos difíciles, preguntares a ellos qué piensan y la forma en la que preferirían hacerlo con ellos mismos. Este tipo de conversaciones se deberían de dar en un ambiente festivo, distendido, en donde no haya grandes formalidades y, desde luego, no esperar a que se presente la crisis.

Aunque creamos que nuestra familia sabe qué es lo que querríamos, la verdad es que las palabras “se las lleva el viento” y hacer este tipo de documento legal, así como un testamento, es un acto de amor, ya que lo que se busca con ello es protegerlos, simplificar sus decisiones en los momentos más difíciles.

Yo en mi sano juicio, con la objetividad que me puede dar el tiempo y la distancia de algún acontecimiento de este tipo, puedo decidir cómo me gustaría que actuaran en un momento así, por escrito, con testigos y que haya una persona que haga valer esta voluntad anticipada.

Pero, ¿qué pasa si, como yo, tengo hecha mi voluntad anticipada y contraigo COVID 19?, ¿Se tiene que ejercer esa voluntad en este momento forzosamente?

La respuesta es un claro NO, a menos de que tú y sólo tú en uso de tus facultades mentales decidas que no quieres, por ejemplo, que te conecten a un respirador.

Lo que te quiero decir es que la Voluntad Anticipada se utilizará en el momento en el que tú ya no puedas tomar las decisiones de forma racional.

Para el cumplimiento de la Voluntad Anticipada, tu has asignado a un representante legal y es esa persona quien deberá ver que tu Voluntad se ejecute; pero mientras tú seas capaz, podrás seguir tomando tus decisiones libremente y ejerciendo tu autonomía.

Puedes consultar la Ley de Voluntad Anticipada para el Distrito Federal, publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 7 de enero del 2009 en la siguiente liga: http://aldf.gob.mx/archivo-edfcbf4442b58c1cf761114a6a224fb1.pdf

Y si no vives en la Ciudad de México, consulta la ley en tu estado. Es importante que conozcas este derecho.



8 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page